El chico del supermercado | Relatos Eróticos

Relato Erótico

Entré en el supermercado a toda prisa … sólo quería coger algo de fruta y leche …
estaba a apunto de terminar, cuando al coger una de las cajitas de leche…. ¡¡¡zas¡¡¡ estaba rota y manchó todo mi vestido … Pufff que fastidio, pensé …pero ¿¿¿cómo pueden tener estas cosas así??? Con la prisa que tengo …

El encargado, un chico alto que yo había visto varias veces en este supermercado se dio cuenta y amablemente me pidió mil disculpas….
– Se acercó y me dijo :
– Por favor señora, mil disculpas, mil disculpas, acompáñame al interior y le daré unas toallitas con las que limpiarse …
– Le dije que no, no no, que tenía mucha prisa … pero insistió y al ver su sonrisa con esa dentadura enorme y blanca … pensé:
– ¡¡Voy¡¡ …
– Le seguí por la puerta de acceso … iba detrás de él …y no se porqué, pero mis ojos se fijaron en su fisionomía … tenía un culete muy bonito y trabajado … pensé … ¡¡¡hay dios¡¡¡ que imaginación tengo …
– Al entrar en su despacho … me pidió nuevamente disculpas y enérgicamente me brindo un paquetito de toallas húmedas … que al dármelo se me cayó de las manos … pues, estaba mirándolo fijamente … ya no me parecía el chico de la tienda que alguna vez había visto rondar por ahí … realmente era tremendamente atractivo … me agaché a recogerlo y él conmigo y nuestra cabezas chocaron como dos tontos … jajajajaj nos reímos y se presentó:
– Me llamo Daniel, jajaja, nos volvimos a reír …
– Hola yo soy Violeta, le dije.
– Si ya le he visto por aquí alguna vez … dijo él
– Yo también a ti, le contesté …
¡qué dialogo de besugos pensé! …
– Sacó unas toallitas y me las ofreció, al mismo tiempo que empezó a frotarme con ellas en la zona del muslo, donde más se había vertido la leche …
– Le cogí la mano para hacerlo yo … y al tocarle, sentí un chispazo en mi vientre … su piel morena y su mano fuerte me trasmitió eso que tanto nos gusta …
– Él me miró y volvió a sonreír … la puerta de su despacho estaba entreabierta …
– Me dio el paquetito de toallitas y se dirigió a la puerta que cerró con llave. ¡Otro pinchazo en mi vientre más fuerte que el anterior y más abajo me sacudió! … quería irme corriendo.
– Se puso de rodillas y cogió de nuevo las toallitas … ahora me limpiaba la pierna … yo que llevaba un vestidito de media pierna y mis braguitas blancas de algodón … me quede paralizada …
– Sus manos me limpiaban mi muslo … y toda mi piel se erizo … sin darme cuenta me mordí el labio … tan fuerte, que casi me dolía … y no dije nada … Siguió limpiándome suavemente … y yo me mantuve callada … no sabía si salir corriendo o seguir callada … pero sus manos tan fuertes y al mismo tiempo tan delicadas me quedaron clavadas en el canto de la mesa donde estaba apoyada …

Lentamente y casi sin darme cuenta apartó mis braguitas hacia un lado y acercó su cara a mí … note su aliento en mi piel … y me volví a morder el labio … iba a darle un tortazo … pero me salió cogerle de la cabeza y hundírsela en mí…

– Así de repente, sentí una increíble explosión de placer … Notaba como me abría en mi interior … Mi clítoris crecía por sus besos, de forma desmesurada … y sin darme cuenta empece a gemir y tuve un pequeño orgasmo … Mis contracciones sacudieron sus labios … él también gemía …
– Se levantó y me miró … sentí un poco de vergüenza … pero él se quito la camisa y al ver su torso fuerte, moreno, con su bello en todo el pecho … me precipité a abrazarle … Enseguida sentí su olor … nunca me imaginé el cuerpo tan bonito de este chico … y su fuerza descomunal …
– Empece a besarle precipitadamente y su boca todavía tenía el frescor de mi olor … esa mezcla me volvió totalmente loca …
– Sin más … después de recompuesta de mi pequeño orgasmo … dirigí mis manos hacia su abultada entrepierna … al soltar un solo botón, apareció su tremendo regalo … lo apreté con fuerza y se lo moví lentamente …
– No pude reprimir mis ganas de saborearlo … y sin más decidí bajar a buscarlo … toc toc ¡¡¡llamaron a la puerta!!! …
– Me iba a quitar pero él, cogió mi cabeza con suavidad y me la hundió más en él … ahora sí que estaba sintiendo el poder de su masculinidad … y sin darme cuenta otro orgasmo, esta vez más fuerte me sacudió desde lo más hondo …
– Con mi boca llena de su sabor … Me volvió a poner en el borde de la mesa … Y tras volver a deslizar mis braguitas … ahora totalmente mojadas … se acercó a mí … buscando mi boca y mi interior …
– Cuando lo recuerdo, no puedo por menos que sentir una sonrisa y también un pellizco en mi vientre …
– Su gran poder masculino … dentro de mí …
– Su cuerpo fuerte, moreno y duro … sus empujes de bestia pero controlados … me llevaron a uno de los orgasmos más fuertes que recuerde …
– La emoción por ser pillados, el sitio donde estábamos, el chico desconocido, la mesa … todo se mezcló para que mí excitación fuera máxima …
– Con su último gemido … me lleno de calor y sentí como me inundaba el olor a él …
– Salí corriendo de su despacho … nadie se percató, creo, de nada …
– Mis piernas temblaban todavía… y me fui corriendo por la puerta de “sin compras”… ya no quiero la leche … jajaja … ni la fruta … ¡pensé!.

Cuando me senté en el coche … otro pequeño pellizco me removió muy dentro … y con una sonrisa que me inundaba toda la cara … dejé para otro día la compra.

Violeta Blue.

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